Lleva toda la vida de un lado
para otro, no ha deshecho una maleta y ya tiene otra preparada. Se ha gastado
toda su fortuna y mucho más que pidió prestado en viajar y viajar, a veces llega exhausta, y crees que
no volverá a emprender más viajes, pero no bien se ha recuperado continúa y todo, porque está buscando “El lugar más
bonito del mundo” con el fin de instalarse en él definitivamente. Cree que será
la antesala de su felicidad, pero en su búsqueda está perdiendo tiempo, amor,
amigos, silencios, risas, paseos, noches…todo, porque no sabe que el lugar más
bonito del mundo está donde se encuentra
la gente que te quiere y a la que quieres. Yo conozco un lugar de estos, de los
más bonitos del mundo, se llama Santovenia y allí vive un montón de gente
sencilla, amigable, generosa, divertida. Gente que comparte lo poco que tiene
que es una inmensidad; cuando caigo por allí me voy para casa con el corazón
arropado y una bolsa llena de lechugas, tomates, cebollas, ajos,huevos..., me lo
regalan mis amigos. Una de las veces que
pasé por allí me regalaron “Chichas” (probadura de matanza o probadura
de chorizo, como gustéis) y huevos.
Con vistas a homenajear a todos mis amigos de Santovenia, porque
ser español es un honor, ser de Zamora un orgullo pero ser de Santovenia… es
“Un Don de Dios”:
HUEVO CHICHIPAN
Ingredientes: Para 4 personas
4 panecillos de chapata precocidos (en Lidl)
150 a 200 grs de chichas.
4 huevos.
1 c.s de aceite
Elaboración:
Cortamos la parte superior de las chapatas y con cuidado de
no romperlas, sacamos la miga del interior. Reservamos.
En una sartén ponemos la cucharada de aceite y cuando esté
caliente añadimos las chichas a fuego no excesivamente fuerte, para que suelten
la “grasilla”, unos 10 minutos. Retiramos del fuego. Ponemos el horno a 200º.
Colocamos las chapatas en la bandeja del horno y las rellenamos con las chichas, cascamos un huevo en cada
chapata y los metemos 7 minutos al horno, el tiempo que tarde en cuajar el
huevo, pero que la yema quede poco hecha. Podemos “pintar” con agua la chapata
si queremos que quede más crujiente. Los "sombreritos" de las chapatas los colocamos al lado, debemos tener cuidado para que no se quemen (yo me despisté un pelín).
UYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY pero que buena pinta !!
ResponderEliminarPues el sabor un poco "picantillo" ni te lo imaginas.
ResponderEliminarA tu receta en mi casa le llamamos "Nidos con huevo y picadillo". Lástima que los tenga prohibidos, los recuerdo ricos, ricos...
ResponderEliminarPues sí, en tu casa se tiene que comer bárbaro,y el"título" creo que es más acertado que el mío.Ahora cuéntame cómo los haces.
ResponderEliminarCuando hacíamos pan en el horno de leña del pueblo, en la época de la matanza, con el "picadillo" de los chorizos, haciamos una especie de "bollos preñaos", y cuando salian del horno, se les cortaba la coronilla, se les añadia uno o varios huevos fritos, y listos para comer. Cada comensal cogia su "nido" y se iba al patio, con el pan de la tapa se mojaba la yema y el resto se comia como un bocadillo. No se podía perder el tiempo fregando platos... había que hacer los chorizos , las morcillas... ¡Qué tiempos!
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