La brisa suave y casi imperceptible
de esa mañana bate a penas la tela extendida entre dos árboles del paseo, cuyo
mensaje dice “Podrán cortar todas las flores, pero nunca detendrán la primavera”,
y el hombre que está parado frente a ella y lee la vieja consigna, piensa en
las velas de un barco, que aguardan vientos favorables para zarpar y no puede
por menos de recordar la frase de su viejo amigo: Buen viento y buena mar. Cuando cierra los ojos, incluso puede
distinguir, entre los tenues olores de la primavera, el aroma de un salitre
remoto que en realidad brota de su memoria más que del aire. Apoyado en su
bastón, el hombre siente cómo sus nostalgias y las nostalgias de sus padres se
van apoderando de él, y se pregunta por qué extraños designios se construye el
destino de una persona. Tal vez esa misma mañana pudo estar caminando por el Bulevar de la Sidra (calle Gascona), o
quizá por la calle Uría de su vetusto Oviedo. O tal vez ascendería hacia los
lagos de Saliencia, siempre impresionado por aquel paisaje único de su Asturias
de mis amores. Pero no. Está entre dos árboles
apacibles y frente a una tela que dice “Podrán cortar todas las flores, pero
nunca detendrán la primavera” y hay todo un océano por medio, y más que un mar,
una vida hecha en otras latitudes que forjaron otras y mejores esperanzas. El
hombre piensa que ya rebasó hace unos años los ochenta y que apenas había
cumplido cinco cuando su padre lo trajo a México, huyendo de las balas de los buenos, de los que luego ganaron… casi todo y casi a todos, que
Asturias es un recuerdo cada vez más borroso y él es un hombre sin retorno que
a lo largo de su vida ha sufrido una sola y muy extraña enfermedad: la
nostalgia adquirida por otras nostalgias. Y cuando veo al hombre, pienso en
todos aquellos que se fueron a hacer las américas huyendo de la España que los deshacía
y América los hizo a ellos…
TORTITAS DE COCO (con helado de limón)
Ingredientes:
2 huevos grandes.40 grs de coco seco rallado.
1 c.s de azúcar.
½ c.c de levadura tipo Royal
(opcional).
Pizca de sal.
130 grs de harina de trigo (todo
uso) tamizada.
3 c.s de mantequilla derretida.
Ralladura muy fina de ½ naranja.
Zumo de ½ naranja.
Aceite de coco para freír (sustituible por girasol u oliva).
Elaboración:
En un bol amplio, vertemos la
crema (o leche) de coco, añadimos la levadura (si se utiliza)y los huevos.
Batimos con las varillas hasta
obtener una masa suave.
Añadimos el coco rallado, el
azúcar, la sal, la cáscara de naranja rallada y el zumo de la naranja.
Mezclamos un poco y vamos
añadiendo la harina tamizada de poco en poco e integrándola a la masa. Cubrimos con un paño y dejamos
reposar como media hora.
Servir con helado de limón o con
el acompañamiento que más nos guste.
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarNo has podido explicar mejor ese sentimiento de los hijos que emigraron tan lejos, porque ellos que no conocieron la tierra de sus padres o marcharon pequeños, no pueden echarla de menos pero sí hacer suyas todas las nostalgias familiares. Precioso, como siempre precioso tu relato mi querida amiga.
Y de tus tortitas sólo puedo decirte que son fáciles y que llevando coco, no hay más que hablar, deliciosas a rabiar.
Espero que estas tardanzas en tus publicaciones, sean fruto de tu descanso y ocio y no de otras cosas.
Besotes gordos mi niña, que tengas un feliz Domingo :)
Bellísima forma de describir un sentimiento cómo la nostalgia!!!!
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado de un buen descanso y si ha sido para viajar, aún mejor ;)
Estas tortitas se ven DELICIOSAS!!!!! Me llevo un par de ellas para disfrutarlas con el café ;)
Un besazo muyy cariñoso!!!!!
Hola Sonsoles, ya nos dijiste que tenías mucho trabajo y que por eso tardabas en publicar, espero que siga siendo por eso. Yo encantada de disfrutar de tus relatos y como no, de tus recetas deliciosas,es el regalo del domingo. Mil besos querida amiga!!
ResponderEliminarHola Sonsoles, ya nos dijiste que tenías mucho trabajo y que por eso tardabas en publicar, espero que siga siendo por eso. Yo encantada de disfrutar de tus relatos y como no, de tus recetas deliciosas,es el regalo del domingo. Mil besos querida amiga!!
ResponderEliminar¡¡Podrán cortar todas las flores, pero no podrán parar la primavera!! ¡¡Qué bonita frase, Sonsoles!! Siento que en esta ocasión, sea para definir la nostalgia, y más por los que se han ido lejos, y donde nos cuesta ver si son felices allí, si sienten o padecen. Sólo pensarlo, hace que sintamos esa nostalgia, así que vivirlo, tiene que ser aún peor.
ResponderEliminar¡¡Y como me gustan tus tortitas!! Con helado o sin él, para desayuno o merienda, ¡¡me encanta el sabor a coco!!
Por cierto, a ver si pronto vuelven tus amigas, seguro que a Maruchi, le han sucedido muchas cosas desde la última vez que estuviste con ellas. Besitos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSonsoles tu relato tiene algo desgarrador que me toca el alma, con los años me voy sensibilizando más y empatizo con todas las causas ajenas de personas que tuvieron una vida dura por avatares de la vida, pero luego miro el cielo y respiro profundamente, y me alegro que todo haya casi quedado en el olvido.
EliminarPero de lo que no me pienso olvidar, es de estas tortitas, que seguro a mi padre, fan incondicional de todo lo que sepa a coco, le van a encantar.
Besitos y feliz semana.
Ay la nostalgia... que difícil de gestionar es este sentimiento. El relato es precioso, y las tortitas, impresionantes.
ResponderEliminarGracias a la nostalgia que impulsa la inspiración y el optimismo, te ahuyenta la soledad y te corrobora, que hace años, muchos años, no hubiéramos visto tortitas tan deliciosas de coco como éstas que has preparado y presentado de manera tan irresistible.
ResponderEliminar¡Mil besos guapetona!
Perdona niña, ando liadísima y sin tiempo, me imagino que como tú más o menos... a pesar de ello sabes que te tengo en mis pensamientos y que espero que estés bien y tranquila a pesar de todo lo que llevas encima.
ResponderEliminarPara mi doble ración de helado con estas tortitas, porfa, que hoy por aquí tenemos ya un calor que no es normal. Una delicia de tortitas, corazón.
Un beso enorme
una receta bien rica¡¡ me ha encantado.
ResponderEliminarbesos crisylaura
Men encanta! me anoto esta estupenda receta, me ha vuelto loca
ResponderEliminarUn abrazo
Esas tortitas tienen un aspecto delicioso Sonsoles, al igual que esas palabras te llenan los sentidos :)
ResponderEliminarUn relato muy bonito y nostalgico, por muy bien que te vaya la vida nunca se olvida del sitio de donde vienes.
ResponderEliminarUnas tortitas muy ricas, a mi que me gusta mucho el coco se me esta haciendo la boca agua, uuummm.
Un beso.
Qué delicioso! Las recetas simples son las que más me gustan, y las tortitas un clásico que me enamora, pero tú versión me gusta más, ese toque de coco es para disfrutarlas a tope, con helado, sí, de limón, qué bueno! Besos
ResponderEliminar¡Es una maravillosa presentación!
ResponderEliminarLos sabores me encantan y todo en el postre suena delicioso y tentador, quedé fascinada.
¡Un abrazo grande!
¡que buena pinta esta receta! me la apunto...Ya tiene otra seguidora más, pase y siga mi blog donde pone (participar en este sitio) en este enlace http://mibonitolugar.blogspot.com.es/ espero su visita
ResponderEliminarCon lo que me gusta a mí el coco....Qué ricas!! Pintaza!
ResponderEliminarUn beso!^^