Miguel tenía veinte años, llevaba
varios trabajando en la frutería de D. Ramón, más o menos desde los quince.
Aquel día era la primera vez que llevaba
el pedido a la calle de la Esperanza nº 7, primer piso. Cuando tocó el timbre y
se abrió la puerta lo recibió una mujer de unos treinta años, quizás alguno
más; dueña de unas carnes precisas, ojos rasgados con asiática perversión y olorosa a perfume de rosas rociado con generosidad. Luego de decirle
que, por favor, la siguiera y dejara la compra en la cocina, se volvió y lo
dejó parado inmóvil en la puerta, envuelto en aquel perfume y su poderoso
magnetismo, absorto en cada paso que daba aquella mujer comestible. En
segundos, Miguel vio cómo se desbordaba su inventario de asombros y sintió como
lo acompañaban una opresión física en el pecho y una extraña incomodidad en el
alma. De modo mecánico, hurgó en su bolsillo para comprobar que allí tenía su
paquete de tabaco, gesto que le dio la seguridad de que lo que vivía pertenecía
a este mundo. Contemplar cada paso que daba la mujer lo conmovía hasta la
última fibra y espantaba cualquier vestigio de realidad. -Muchas gracias… Ten, esto es para ti y por favor, dile a D. Ramón que
cuando le lleguen las papas amarillas no se olvide avisarme. Miguel sonrió,
apretó las dos monedas que le dio la mujer y se prometió que las guardaría cual
tesoro recibido de una diosa. Una vez más, y a pesar de sus pocos años, Miguel
comprobaba como la vida era una maraña de hilos en la cual nuca se sabía dónde
se cruzaban y hasta se anudaban determinadas hebras, para darle forma a los
destinos de las personas y hasta a las historias de los pueblos. Cuando Miguel,
el chico de los recados, empezaba a bajar las escaleras camino de la calle,
ella se puso a cocinar, con tranquilidad y cariño, cantando por lo bajo una
canción de amor.
BACALAO CONFITADO SOBRE VERDURAS.
Ingredientes
(2 personas):
1 pimiento rojo.
1 pimiento verde.
1 cebolla.
1 tomate rojo y duro (sin
semillas).
1 calabacín mediano.
Aove (cantidad necesaria)
¼ c.c de tomillo seco.
Sal (opcional)
Elaboración:
Lavamos el calabacín bien, y de
la parte más gruesa cortamos 4 rodajas de 1cm de grosor aproximadamente, sobre
ellas montaremos nuestros platos. El resto de calabacín lo cortamos en cubos
pequeños.
Ponemos un par de cucharadas de
aove en una sartén y echamos la cebolla, salamos y la cocinamos unos minutos a fuego medio, antes
de que se dore añadimos los pimientos y dejamos que se hagan, removiendo de vez
en cuando. Añadimos el calabacín troceado, mezclamos bien e incorporamos el tomillo.
Dejamos que se hagan las verduras unos 5-7 minutos y le incorporamos el tomate.
Cocemos otros cuantos minutos y apagamos el fuego, dejando la sartén al calor.
En un plato que pueda ir al
microondas colocamos las rodajas de calabacín, las salamos y las cocinamos a
máxima potencia durante 1 minuto.
En un cazo ponemos abundante
aceite a calentar ( ½ l o más) y cuando esté caliente, pero no humeante
introducimos el bacalao, con la piel para arriba, y dejamos que se confite
durante 5-6 minutos.
Mientras se confita el bacalao
montamos el plato: