Siempre soñó con visitar la isla
y el pueblo donde había nacido su padre. Para Juan, quizás, la parte más
relajante del viaje era la posibilidad de conducir: avanzar decenas de kilómetros sin tener que detenerse
en un atasco de tráfico y ni siquiera en un semáforo, y observar la
tranquilidad de los pueblos pequeños e imaginarse la existencia pacífica de los
que vivían allí. El pueblo era realmente muy hermoso, una tranquila aldea de
pescadores construida al pie de una montaña, y en la cima del terreno, sobre un
escarpado acantilado rocoso bañado por las olas, se levantaba el viejo castillo
de piedra que daba nombre al pueblo. El castillo construido hacía muchos siglos
por los sarracenos o los turcos – nadie estaba absolutamente seguro, había
servido como atalaya del pueblo para detectar naves invasoras, pero ahora no
era más que una estructura en ruinas que no tenía ningún propósito. Como
sucedía en la mayor parte de la isla, la historia de aquel pequeño pueblo había
sido turbulenta desde hacía siglos, y Juan recordó haber leído que la isla fue
conquistada no menos de diez veces: por griegos, sarracenos y normandos; por
españoles, franceses e ingleses; por todo tipo de combinaciones de credos,
confesiones e ideologías, desde los cruzados hasta los fascistas. Todos habían
llegado a esta isla y habían hecho lo que los hombres hacen cuando están lejos
de casa, así que la historia de la isla era una letanía de pecados de
marineros.
ESPÁRRAGOS SILVESTRES Y ARROZ
Ingredientes (8
pasteles):

1 manojo de espárragos silvestres (unos 200 grs).
1 zanahoria rallada.
1 cebolla tierna finamente picada (o 3 cebolletas).
100 grs de queso feta desmenuzado.
4 c.s de arroz cocido.
3 huevos
100ml de leche evaporada (o nata para cocinar).
½ c.c de levadura (tipo royal)
Sal, pimienta y hierbas aromáticas al gusto (yo he puesto:
tomillo, orégano, romero y perejil).
4 rebanadas de pan de molde (estiradas con el rodillo).
Elaboración:
Lavamos y picamos muy bien los espárragos, las cebolletas y
rallamos finamente la zanahoria.
Mezclamos nuestras verduras y reservamos. En
un bol hondo batimos los huevos, le incorporamos las hierbas aromáticas, la sal la pimienta y la levadura, removemos todo bien y a esto le añadimos los
espárragos silvestres y demás verduras picadas, el queso desmenuzado
y el arroz
(yo he utilizado un poco que me sobró y estaba dando tumbos por el
frigorífico).
Untamos con aceite o aerosol para hornear un molde de
cupcakes
Encendemos el horno a 180º y mientras se calienta con ayuda del rodillo estiramos las rebanadas
de pan de molde y cortamos unos círculos de pan que se ajusten a nuestro molde.
Introducimos en el horno y dejamos que nuestros cakes se
cocinen durante unos 15 minutos como máximo.
Decoramos al gusto y podemos servir templados o fríos.
Los pasteles salados me pierden y cuando son tan ricos como el tuyo podría comerme un par de ellos sin remordimiento. Si lo hiciera en esa isla que describes con el mar de fondo y mil secretos entre sus costas, ya sería la gloria bendita.
ResponderEliminarUn beso.
Que razón tiene Lola!! El relato es precioso, me has trasladado a la isla, ya me imagino alguna de sus historias ....,y, el bocado que nos has preparado es delicado y muy rico. Te felicito amiga. Besos.
ResponderEliminar¡¡Hola Sonsoles!! La verdad, es que nuestra península, ha sido invadida tantas veces, que hasta ya no sabes ni quién nos invadió, o todos a la vez, ja, ja. Donde yo vivo, sé que nos invadieron los turcos en concreto, estuvieron reinando en Requena varios siglos, yo vivo en una aldea de Requena, que se llama San Antonio, y cuando voy a comprar a la otra punta del pueblo y me veo alguna vecina, siempre me dicen: -hola vecina, ya te vas para Turquía.
ResponderEliminarSiempre me quedaba de piedra cuando me decían eso, y es que resulta, que justo donde vivo, en una lucha muy importante que hubo en el lugar, los turcos tenían su cuartel general allí, y en otra aldea de enfrente, estaban los cristianos (los romanos), por lo que los lugares se conocen como Roma, que sigue teniendo ese nombre la aldea, y Turquía, que es donde yo vivo, pero que con el tiempo hicieron una ermita para San Antonio y todos los barrios se pasaron a llamar como el santo, pero la gente que vive aquí, le sigue llamando a Turquía. Requena si que conserva su castillo, justo cuando echaron de allí a los moros, después de varios siglos de que ellos fueran los dueños de aquellas tierras.
Me encanta la historia, siempre ha sido una de mis asignaturas preferidas.
Y también me he hecho fan de tus emplatados, visualmente son la caña, además de ricos que tienen que estar estos mini cakes, con un ingrediente tan de temporada, como los espárragos silvestres. Besitos.
Sonsoles espectacular es poco, para lo bonito que te ha quedado, me encantan estos pastelito salados, una vez hice unos al voleo, sin receta fija, y aunque no quedaron perfectos, si que salieron riquísimos, y es que cuando la materia prima es de calidad, como estos espárragos que has elegido para tus cakes, el resultado es más que evidente que tienen que estar más que buenos.
ResponderEliminarBonito relato, como es natural. Besitos.
Que rico y que presentacion mas bonita invita a comer me gusta besitos
ResponderEliminar¿Puedes seguir el capítulo de hoy el próximo domingo?¿Puedes ,mejor,escribir la historia entera?😊😊😊
ResponderEliminarLa receta es muy apetecible para copiar retransmitir y el emplatado de nota😉
Besitos.
Madre mía,el texto predictivo hoy 😂😂😂
EliminarSonsoles, como siempre me quedo sorprendida con tus recetas. Unas veces porque utilizas ingredientes que no conozco, otras por la forma de elaborarlos y como hoy porque al tan sencillo como unos espárragos lo conviertes en un plato de fiesta con una presentación exquisita, elegante y espectacualr. Un beso y mil gracias!!!
ResponderEliminarMe encantan tus recetas y tus presentaciones, te quedan espectaculares, esta más de lo mismo, me ha enamorado, que manitas las tuyas reina...Bess
ResponderEliminarHola Sonsoles! Qué pastelito más vistoso! Un plato digno de un gran restaurante, la presentación es espectacular y la preparación estupenda! No soy muy fan de estos espárragos por su amargor tan peculiar, prefiero los trigueros que son un poco más gordos así que los cambio por esos y listo jeje! Un relato muy bonito como de costumbre ;) Un besito muy fuerte!!
ResponderEliminarSonsoles qué presentación más chula!! Además que debe de ser toda una delicia en paladar este pastelito.
ResponderEliminarMe encanta tu receta ya que se sale de la típica tortilla de espárragos silvestre, así es como siempre lo he visto en casa de mis padres jeje.
Besos
Sonsoles siempre es un placer asomarse a tu cocina porque cada semana la vista es diferente y no sólo me refiero a las recetas que a cuál más apetecible y original (los espárragos de hoy me han dejado enamoradita) sino también al lugar o a la piel que consigues llevarnos.
ResponderEliminar¡Besos mil!
Siempre es un placer pasarme por tu cocina y disfrutar de tus maravillosos relatos y recetas.
ResponderEliminarEstos pasteles salados que te has marcado me encantan no lo siguiente y seguro estan de rexupete , te han quedado de relujo.
Bicos mil y feliz semana wapa.
Un plato sencillo a la vez que delicioso, me encanta la presentación.
ResponderEliminarBesitos guapa
Estos pastelitos salados son una delicia.
ResponderEliminarUn beso
Alguna vez he comido espárragos con arroz, pero ni mucho menos de esta forma tan original que tú nos propones. Siempre me sorprenden mucho tus presentaciones y esta en concreto me ha encantado.
ResponderEliminarUna vez más me dejas con ganas de saber más, hoy más de Juan, más de su padre, más de la isla...
Abrazos!!
Que ricos pastelitos con esparragos! Nunca los he probado asi!
ResponderEliminarBs
Qué ricos, por favor!!
ResponderEliminarJusto tengo un manojito de espárragos que nos regalaron el otro día, así que lo mismo te copio la receta :)
Un besote!
Hola guapa. Qué plato más rico y sano, como siempre original y con una preciosa presentación.
ResponderEliminarBesos
Un placer disfrutar de tus letras y también de tus recetas .
ResponderEliminarLa que nos compartes hoy me parece estupenda , me ha sorprendido muy gratamente. Con tu permiso me la llevo jeje...
Ah, lo del chocolate Lindt también me lo recomendó David en una master class que hizo en mi ciudad en diciembre , me dijo que ese o el de Valor , asi que puse desde entonces el consejo en práctica ;)
Buen finde guapa !
Sonsoles, qué delicia tus relatos y tus recetas. Estos espárragos silvestres de alguna manera ilustran muy bien esa isla tumultuosa...
ResponderEliminarBellos estos pastelitos, la presentación lindísima por lo sencilla y fresca, me quedo fascinada!
Un beso amiga!