Mi cuñada Carmen me ha mandado un guasa que dice: “Te cojo los ajos” Y
es que cada año ella es la encargada de hacerme con una bonita ristra de ajos
que durante meses adorna y aromatiza mi despensa casi en igual proporción.
Cuando llega finales de junio y coincidiendo con San Juan y San Pedro, multitud
de pequeños agricultores de la zona, zonas próximas y algunas más lejanas
ofrecen en las calles, alrededor del
mercado de San Juan (Salamanca), los ajos, por ristras, sueltos por kilos…
diferentes tamaños , diferentes cultivos (secano, regadío…) diferentes precios.
Durante unos días estas calles se inundan del azufrado olor del ajo… ¡ni un
vampiro por los alrededores de la ciudad ni tampoco la Sra Beckan! Este año, creo que cogeré dos, pues me ha dado mi madre la solución para poder
conservar mejor los ajos y tenerlos durante todo el año sin que les salga el
germen ´pa fuera. Te cuento la solución que me dio mi madre por si te sirve,
según su vecina (la de mi madre) pasados unos meses después de la compra de los ajos, allá por
septiembre u octubre, retira todos los dientes de ajo de las cabezas y sin
quitarles la piel los congela. Es mejor con piel pues según le contó la vecina congeló
unos con piel y otros sin ella y los que no tenían piel se volvieron un poco “amarillentos”
cosa que no pasó con los que sí la tenían. Creo que es una buena opción para disfrutar
de unos sabrosos y blancos ajos todo el año, aprovechando el precio y la estación
de producción. Para agradecerle a mi
cuñá la ristra que me ha cogido este año, le he preparado:
HELADO DE TRES QUESOS Y TOMATES CHERRY A LA VAINILLA
Ingredientes
(6- 8 raciones):
Helado de 3 quesos:
¼ l. de leche.
2 huevos.
2 tarrinas de queso crema (San
Millán, Philadelphia…).
50 grs de queso San Simón ahumado
( Idiazabal ahumado o Scarmorza ahumado).
50 grs de queso Camembert.
200 grs de azúcar.
Tomates Cherry a la vainilla:
8 tomates cherry en rama.
½ vaso de azúcar.
½ vaso de agua.
½ vaina de vainilla (el interior
rallado)
1 copita de vino dulce.
1 anís estrellado
3 semillas de enebro.
Mermelada de tomate (casera o de
compra) opcional.
Elaboración:
Helado de queso:
La mezcla de huevos, azúcar y
queso crema se la añadimos a la que está en el fuego y mantenemos al calor unos 10 minutos, sin que llegue a hervir.
Enfriamos la crema y la pasamos a
la heladora.
Si no disponemos de máquina
heladora la pondremos en un recipiente
en el congelador y batiremos con un batidor de alambre una o dos veces mientras
se solidifica (así evitamos que se hagan cristales de hielo).
Tomates Cherry:
Le dejamos el rabillo a los
tomates y con la punta de un cuchillo le hacemos un pequeño corte en cruz en la
base de los tomatitos (para que nos resulte más fácil pelarlos).
Ponemos una cazuela con agua a hervir y un bol con
agua fría. Cuando hierve el agua introducimos unos pocos segundos los tomates e inmediatamente
los pasamos al agua fría (para cortar el proceso de cocción). Pelamos los
tomates y reservamos.
Ponemos en una cazuela en seco,
el azúcar y el interior de la vaina de vainilla, cuando se empieza a formar un caramelo ligero le añadimos el
agua (mucho, mucho cuidado) y el vino dulce, dejamos que se acabe de deshacer
el azúcar y le añadimos el anís estrellado y el enebro, dejamos que cueza y
evapore unos minutos, hasta que nos quede un jarabe espesito.
En este jarabe introducimos los
tomates, apagamos el fuego y dejamos que
se infusionen con el calor residual.
Ponemos una o dos bolas de helado, un poco de mermelada y coronamos con nuestro tomate a la vainilla.
Otras sugerencias, igualmente deliciosas:
Con peras de San Juan escalfadas en vino dulce. |
Con mermelada de cerezas y la cereza. |