Tendido en la cama Aureliano
López, también llamado por muchos el Escritor, aunque no hubiera publicado
jamás una sólo nota, repasó su vida a la incierta luz del atardecer. Era mucho
mejor repasarla uno mismo, que se la repasaran otros. Para revisar la vida no
hay como uno mismo. Aureliano llegó a la conclusión de que era una absoluta
ruina que en días de lluvia rechinaba y en días de frío crujía. Prosiguiendo, se dijo el Escritor, estado físico: nulo. Económico: un
desastre, un sueldo miserable. Aunque…Mental? Perfecto, se nota en el sentido
del humor. Notó cómo le dolía una pierna. El Escritor nunca había tenido
talento a la hora de elegir a las mujeres con las que compartía su vida,
quizás, porque en la gran mayoría de los casos las mujeres decidían por él a la
hora de compartirla. En este último año vivía con Leonor de Luca, una mujer que
se proclamaba la representante etérea y karmática de una princesa egipcia. Y
vivía con ella porque Leonor le prestaba la habitación de la cama y tenía un
lunar sobre el pubis que enloquecía al Escritor y lo obligaba a reconocer que
ése era el centro karmático del universo y de sus entregas sexuales. Aureliano
descendió las escaleras resuelto a no volver a someter su vida a resumen en los
próximos siglos.
PLÁTANO ACANELADO
Ingredientes (3 personas):
3 bananas maduras.
Mantequilla (cantidad suficiente)
Azúcar de caña (cantidad suficiente)
Canela molida (cantidad suficiente)
Elaboración:
Untamos con mantequilla una fuente que pueda ir al horno,
encima colocamos las bananas maduras con piel